martes, 1 de septiembre de 2009

Cielos Grises

Tengo pésima memoria y aún peores recuerdos. He tratado de analizarlo y no puedo más que llegar, una y otra vez, a la conclusión que menos me gusta. ¿Cómo es posible que la mayoría de las cosas que hago, digo, escucho y prometo me resulten tan intrascendentes que no quede ni rastro de ellas en mi memoria? Y no es una recriminación moral, porque si olvido las cosas es por algo. Probablemente porque lo que hice, dije, escuché o prometí nunca fue en serio.

Mi preocupación es técnica: la inspiración me llega y por más que aletee y trate de agarrarla con fuerza, se va, se desvanece, se pierde entre mis estrechos y recónditos pasillos mentales, sólo para volver a atacarme después, nuevamente desarmado y sin previo aviso. ¡Qué infinidad de canciones, reef’s, coros, y melodías que se fueron por la cañería de la ducha o se perdieron entre la toalla y el primer calcetín! ¡Cuántas rumas de entradas para este blog se esfumaron entre el camino a casa y algún lugar de la ciudad!

Pero vamos a lo concreto. Ideé una serie de mecanismos (bastante básicos) que funcionan como extensiones de memoria, más conocidos como grabadoras, pizarras, libretas, lápices y últimamente el celular. Escribo un mensaje de texto con la información que quiero cuidar (usualmente letras de canciones de la cuales no sé el nombre) y lo guardo como borrador. Obviamente, olvido que lo guardé y pasan siglos antes que lo recuerde, los vea y busque lo que quiero.

Hace unos días salí a fumarme un cigarro a la puerta de la casa con el Ipod y un cuaderno para repasar unas ideas de mi tesis y porque mi pieza está a dos cajetillas de oler igual que un bar de mala muerte y debido a las pocas ideas me dio por revisar el celular. Tres mensajes guardados, uno familiar y dos que no recordaba. El primero era: La noche/me hace al volver/enloquecer, la letra de una canción de Adamo que quería sacar en la guitarra para cantarle a mi madre. El segundo decía “Wilco” y la cosa comenzaba a ponerse misteriosa. La noche siguiente me enteraría que Wilco era una banda que me había recomendado un amigo y que está re interesante por lo demás.

Pero el tercero me dejó absorto. No recordaba haberlo escrito yo y no tengo idea que hace en mis mensajes guardados como borradores. En ese momento el sol se escondía y los arreboles salían al baile. De pronto, las nubes cubrieron todo y un viento intermitente se llevaba las cenizas de mi segundo cigarro y sacudía las ramas. Sentado en la escala pensé que ese era mi momento favorito del día y en mis orejas sonaba Grey Skies de The Verve cuando comencé a pensar en la teoría del caos, el orden tras desorden aparente. El mensaje decía: Quiero hablar contigo, como dices tú, algún día.

Estoy convencido de que mi vida es un musical, y por ende, más que acompañante, la música es la historia. Debido a esto, cuando algo está sonando y me llama la atención, es señal de que algo va a pasar y créanme que lo he comprobado. Es como si el universo te diera pequeñas señales de que a veces gira entorno a ti. Como el día en que mi tío dejó este aburrido mundo y escuché cinco veces, en lugares distintos, Starman de Bowie. O como ese otro día triste, cuando encontré la que es, probablemente, una de mis canciones favoritas. O como esos otros días, no tan especiales, en los que notas que la canción que suena es la misma de la que conversabas ayer, sin poder acordarte de ni una sola nota.

No tengo cómo saber en qué circunstancias llegó ese mensaje a mis borradores, ni si lo escribí yo o no. Recuerdo que una vez me pidieron el celular y me dejaron otro mensaje de forma intencional en los borradores para que lo leyera después, pero no recuerdo qué decía ni quién fue. Pero creo que no necesito saberlo, sólo así se puede seguir confiando en el universo y su bello desastre, y como dice el mensaje/señal, algún día tendré esa conversación.

9 comentarios:

Paz · dijo...

pucha omms... eso también me pasa..


te tengo otro chiste!!!!!!!!!


si.. al final la clase resultó ser mejor de lo que creí..


salute antoine!!!!!!!!!!!!

Caracolito dijo...

Yo quiero hablar contigo every day...

Anónimo dijo...

más fome la weá....

publicate algo weno.....


tu redacción ahí no más, sory si te molesta, pero soy honesto

y sin ninguna ofensa...


...... HARTO MALO TU BLOG

Paz · dijo...

al anónimo:

si no le gusta el blog, jódase y no lo lea, los anónimos valen hongo.



saludos toñocarademono

Paz · dijo...

y tu ortografía es mil veces más mala que su redacción. (que por lo demás.. no me parece mala)

Anónimo dijo...

Luna rosada

Paz · dijo...

pescado amarillo

Paz · dijo...

jajajajajaja.. el de "La Sirenita" !!!!!!!!!

Paz · dijo...

sorry por llenar de imbecilidades tu blog.. jaja

salute